Crónica montañera de nuestra querida voluntaria Dayana Nagely
El sábado día 19 de marzo, se llevó a cabo una caminata a la montaña de Badostain siendo mi primera vez realizando una actividad como esta (hago hincapié que me sentí muy emocionada desde el primer día que escuché sobre esta actividad).
Toda la chavalería (voluntarios, premonitores y chavales) se juntó a las 9:00a.m en el SEI para luego coger la villavesa e ir rumbo a nuestro destino. Antes de iniciar la caminata hicimos una pequeña presentación de cada uno.
El día se puso aún más increíble cuando mientras caminábamos se nos iba reflejando los rayos del sol y ¡enhorabuena! Porque los días anteriores veíamos el cielo de color gris.
La finalidad de la caminata era conocernos e interactuar todos juntos, pero para mi fue mucho más que eso ¿por qué? Porque mientras caminábamos pude conocer a la mayoría del grupo que no solo son “personas”, son culturas, costumbres, idiomas e historias totalmente diferentes uno del otro. Es increíble estar en un lugar y sentir como si estuvieras, al mismo tiempo, en otros países… ¡ah! Pero lo mejor de todo es que logramos conectar nuestras culturas y entender que no existe ninguna barrera que impida socializar, ayudar y disfrutar de una persona con una cultura diferente.
Apenas han pasado unos días desde que realizamos la caminata y yo ya me siento emocionada y con ansias por participar en la siguiente.