LA RESILIENCIA EN NUESTRAS VENAS

Hola a todos y todas, me llamo Sandra y voy a contaros un poco mi historia.

Soy de nacionalidad peruana y con trece años migré a España, específicamente a Pamplona.  Mi familia vio como una oportunidad que fuera a un país extranjero  y que continuara mis estudios allí, así que en un abrir y cerrar de ojos estuve por primera vez en un avión viajando sola. 

En Pamplona viven mis dos hermanos mayores, así que yo me iba a quedar con ellos, puedo decir que fue una suerte para mi tenerlos pero también me producía inquietud ya que no los veía en  muchísimo tiempo, así que sabía que tenía que fortalecer mi relación con mis hermanos. 

Para mí, la escuela fue todo un reto, empezando con que la secundaria se llama ESO,  todo me resultaba super nuevo. En un principio la metodología que se empleaba no era para nada parecida a la de mi país. Yo en su momento pensé que era muy buena en inglés, pero fue llegar y descubrir que el nivel era super distinto y … me produjo mucha desmotivación. Por otra parte pero no muy diferente, fue el tema de crear relaciones con nuevos/as compañeros/as. Yo pensaba mucho en cómo entablar conversaciones. Venimos de culturas diferentes y sus intereses se han ido creando  a través de un contexto/entorno en el que yo no he crecido.

Puedo señalar que una de las cosas que socialmente me impactó fue el tema de las “cuadrillas”, os puedo decir que estuve en una sin saber que era. Según google cuadrilla es <<Grupo de personas que les une algún tipo de relación, amistad y/o aficiones…>> y yo sinceramente puedo deciros ahora que no tenía mucho en común con ese grupo. Me gustaría resaltar que para mi fue muy duro darme cuenta después que si estaba metida en una cuadrilla era porque me terminaba  alienando con los intereses que ellos/as tenían. Un claro ejemplo fue mi pérdida de acento, no fue por el tiempo como suele decirse,  obviamente es posible que te adhieras a un nuevo vocabulario de un país extranjero, pero yo se que la Sandra de trece años lo hizo para no sentirse del todo diferente. 

Todo se logra a través del esfuerzo, y gracias a ello, aunque tuviera dificultades, pude terminar la ESO y empezar una nueva etapa que era Bachiller.  Si tuviera que definir esta etapa en una sola palabra sería CONEXIÓN ¿El porqué? Bueno primeramente se debe a que elegí  un bachillerato centrado en artes plásticas, y mi elección fue porque a mi me gustaba esa rama,  fue por mi propio  interés. Como bien se dice no hay mayor trabajo valorado que aquel que se refleje la verdadera autenticidad, y no hay nada más auténtico que estudiar arte, porque eso es lo que observan a la hora de evaluar, realizar muchos y muchos trabajos… y estudiar en un entorno en la que expresividad es algo que predomina mucho, me permitió conectar conmigo misma.  Todo eso que llevaba antes se disolvió  y fue en esta etapa que pude construirme y conocerme, me sentí yo misma, pude conectar con personas y compartir un espacio que no consistía en  “ser como todos” , sino en “ser como tu eres” y quien realmente te aprecia estará contigo. Como dije antes, yo me estaba conociendo y descubrí algo que al día de hoy sigue siendo mi motivación a nivel personal pero sobre todo profesional y es centrarme en la educación, el poder enseñar y trabajar con varias personas.

Y a continuación empezamos con la parte más actual de mi vida, mi presente y el motivo por lo cual os estoy contando un poco de mi.  

Ahora mismo estoy estudiando un grado superior de Animación sociocultural y turística en la Escuela de Educadores y Educadoras. Estoy ya en mi último año para ser una futura técnica profesional.  Como dije anteriormente, descubrí que quería enfocarme en la educación y al terminar bachiller, decidí seguir estudiando, pero esta vez en relación con lo social y es por esto que estoy en este grado. La Animación Sociocultural y Turística, me ha permitido obtener muchos conocimientos y una riqueza a la hora de intervenir con muchas personas, grupos, colectivos… En mi primer año estuve realizando mis prácticas en una asociación de San Juan dirigida a txikis en la que pude ser partícipe del trabajo comunitario en el barrio y atender a las necesidades de los menores que componen la comunidad. Y en este segundo año estoy realizando mis prácticas en el SEI.

Es aquí donde voy a señalar el motivo por lo cual os cuento esto… y es que desde yo como persona  que migró muy joven y ahora  como futura profesional en el ámbito socioeducativo y cultural, quiero expresar cuales son los aspectos que valoro desde que estoy trabajando y formo parte del equipo en el SEI.

Yo elegí realizar mis prácticas aquí en este segundo año porque previamente al investigar e informarme,  descubrí que es un servicio que ofrece distintos programas para atender a las necesidades de jóvenes, adolescentes y familias recién migradas. Y tras mi experiencia, me motivó mucho el querer ayudar e intervenir y sobre todo ofrecer un acompañamiento a los/las jóvenes que están pasando por igual o diferentes situaciones de duelo que yo también en su momento tuve que pasar. 

Respecto a los programas que se ofrece, yo estoy interviniendo en dos de ellos:

  • Espacio Socioeducativo: Cuando un/a joven emigra, uno de los muchos cambios que se experimenta es el choque en el sistema educativo. Según de qué país proceden, el nivel académico suele ser diferente y puedo decir por mí misma que esto llega a causar una frustración y cuestionarse las propias capacidades… Es por esto que el objetivo de este espacio es que con la colaboración de las técnicas y del voluntariado, ofrecemos un acompañamiento y atención ante las dificultades y necesidades que tengan los/las usuarios/as, además que desde la propia entidad, también ofrece una herramienta que personalmente me parece muy útil que son cuadernos de nivelación de lengua, inglés, matemáticas… que están adecuadas al nivel de cada uno/a y materiales manipulativos. Esto que brinda el SEI permite que los/las jóvenes puedan desarrollar sus capacidades y habilidades académicas.
  • Espacio Participación Sociocomunitaria: A raíz de los muchos cambios que los/las jóvenes sufren, y creo que todas las personas que migran, es la inquietud y quebramiento del sentimiento de pertenencia, si  forman o no  parte del entorno o comunidad que les rodea.  Para atender las necesidades en relación a estas inquietudes, el SEI ofrece este programa que permite el desarrollo  de un espacio que fomenta la integración y la creación de  una convivencia entre todos los/las jóvenes que lo componen. Se puede decir que se establece una “mini sociedad” entre todos/as y que con esto, ayuda a fortalecer el sentimiento de pertenencia y las relaciones sociales. Importante decir que en este espacio se planifican actividades que van de la mano con distintos recursos que proporciona y ofrece la propia comunidad en relación con la juventud para su ocio y tiempo libre, esto facilita la autonomía y el conocimiento del entorno en relación con sus intereses.
  • Por otro lado, he tenido la oportunidad de participar en cosas puntuales, como colaborar con la dinamización del taller de Ubuntu en diferentes centros socioeducativos para trabajar la interculturalidad y reflejar las realidades que suelen vivir muchas personas migrantes. También estoy participando en formaciones (enfocados en el voluntariado) que desde mi persona, sé que me ayudan sobre todo a ser una buena profesional que acompaña a los/las usuarios/as, me permite a mí misma realizar una introspección interna para luego saber como debo intervenir de manera que les  ayude con su desarrollo y superación personal. 

En conclusión solo quiero decir que estar aquí en el SEI hace que mi día a día se llene de muchos aprendizajes. Con mis compañeros/as de equipo, las técnicas,  recojo y les  agradezco por todo lo que reflejan en sus intervenciones y esa valiosa atención que ofrecen a la hora de trabajar para atender a los/las jóvenes y sus familias.  Y también señalar que me llevo aprendizajes de cada uno y una de los/las usuarios/as con las que estoy trabajando, cada uno/a me aporta desde sus experiencias, sus aficiones, sueños… esas ganas de seguir creciendo como futura profesional y sobre todo como persona. Yo estoy con ellos/as para ayudarles con su desarrollo, pero quiero mencionar por último aquí, que son ellos/as los que me ayudan también a mi y que con todo esto que escribo quiero darles las gracias y que sepan que como yo tengo mi historia, ellos/ellas también la tienen y que la seguimos creando, que son y somos muy resilientes y capaces de enfrentar y conseguir todo lo que nos propongamos porque como dijo alguien una vez “la mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos” y si tenemos una mano amiga, un grupo,  un espacio … todos y todas somos mucho más fuertes. 

Artículo de Sandra Villegas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.