BOSQUE SEI

Este sábado 22 de febrero hemos ha llevado a cabo un acto de cierre de la celebración de nuestro 25 aniversario. 

El acto ha tenido lugar en Ilundain, y ha consistido en la plantación de 25 árboles, creando un bosque con mucho significado.

25 años han pasado desde que una orientadora, Isabel Valdelomar, vio la necesidad de atender la realidad de adolescencias migradas en proceso de adaptación a un nuevo entorno. Familias, menores, jóvenes que dejan atrás sus hogares, sus raíces, en busca de un futuro mejor. La Asociación SEI, servicio especializado en acompañar personas y familias en interrelación con la migración en sus procesos tanto de duelo como de reagrupación y reencuentro familiar tras años de separación, sabemos lo que significa el desarraigo, la incertidumbre y la soledad que los procesos de migración conllevan, pero también la esperanza y la motivación por encontrar un lugar donde echar raíces nuevamente.

Ese “nuevo” entorno el sábado lo hemos hecho más “nuestro” que nunca, con la plantación de estos árboles. Con ello, queremos seguir contribuyendo al cuidado de nuestro ecosistema y seguir sembrando significados en torno a la migración. Y es que cada árbol lleva un texto creado o elegido por las personas que participamos de la entidad para animar a aquellas personas que quieran pasearse por el bosque, a reflexionar en torno a la migración.

25 árboles por cada año de historia, aunque en cada año podríamos plantar cientos de árboles por cada una de las personas que han sido parte y han hecho posible esta asociación. Y es que por SEI han pasado más de 10.000 personas, y este bosque es un homenaje a todas ellas. Un homenaje para quienes son y están en el SEI, para quienes han sido parte de su historia, para quienes ya no están pero su aportación ha sido fundamental, y también para aquellas que en el intento de migrar, de llegar, han perdido la vida. Un bosque que está en continuo crecimiento y que está abierto a la llegada de nuevos vecinos, siempre en coordinación con el programa Bizi-Baso de Fundación Ilundain, que son quienes se encargan de repoblar esa zona de Navarra con un equilibrio medioambiental y quienes nos han acompañado en este acto.

Un bosque que nos recuerde que estamos aquí para aportar, para ser parte, para hacer un mundo mejor, para construir juntas.

Queremos agradecer a todas las personas que hacen posible este bosque:

  • A chicos y chicas, adolescencias, gente joven, que nos demuestra cada día que afrontar los cambios es una cuestión de perseverancia.
  • A las familias, símbolo de resiliencia y valentía.
  • A las personas voluntarias, por ser el motor del cambio.
  • A quienes se animen a seguir cuidando y haciendo crecer este bosque, por su implicación y ganas por construir un entorno más acogedor y participativo.
  • A nuestros aliados y colaboradores, que nos brindan el respaldo necesario para seguir creciendo. Especialmente a la Dirección General de Políticas Migratorias de Gobierno de Navarra, y a la Fundación Luis Arellano Lacarra por hacer posible esta plantación.

Tras la plantación, pudimos disfrutar de un almuerzo, a lo largo del fin de semana, los y las menores disfrutaron de unas convivencias mágicas en la granja escuela Haritz Berri de Fundación Ilundain. Un espacio para conectar con la naturaleza, los animales y, sobre todo, seguir fortaleciendo nuestros lazos.

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