Ayer comenzamos con un nuevo taller, el de pre-encuentro. Preparándonos para la reagrupación.
“Solo imaginarte dejar a un hijo/a pequeño 1-2 años al cuidado de tu madre (si tienes suerte) y tras una media de 10 años transitar tu propio duelo migratorio, adaptarte, construir una nueva vida, conseguir los papeles, conseguir la reagrupación, reencontrarte con él/ella con 13-14 años duele y asusta…así que vivirlo y conseguir revincular, reparar el daño, reconocerte como madre e hijo/a, conseguir una relación funcional y sana para todos los miembros del sistema es de valientes…”
GRACIAS por compartir este espacio y por construir un nuevo camino en los procesos de reagrupación familiar.